Este pabellón de nido de abeja, construido en Alemania cuenta con un interior amplio intercalados con árboles vivos. Diseñado por Holger Hoffman, el edificio reúne una serie de polígonos en un intrincado juego de patrones geométricos que reflejan un entorno natural del sitio.
Situado en un antiguo estacionamiento al lado de la basílica de San Castor de Coblenza, el edificio está diseñado para integrarse sutilmente con el entorno. La fachada de vidrio impreso refleja los árboles que rodean el edificio, lo que ayuda a difuminar la frontera entre la estructura y su posición en un sitio urbano. La estructura puede ser desmontado y vuelto a montar una vez que el espectáculo culmine en octubre, lo que le permite ser exhibidas en otros lugares
Hoffman ha colaborado con One Fine Day y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Trier para maximizar la capacidad espacial del edificio, lo que le permite ser utilizado para múltiples actividades. Columnas en forma de árbol construido a partir de madera de origen sostenible son las que sostienen el plano del techo, proporcionando espacio para charlas educativas.
Por la noche, se muestran destellos de luz que cambian en respuesta a los movimientos físicos por el cambio de luminosidad y color.
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