El proyecto combina una casa modernista con un museo privado, forjando una síntesis entre dos estéticas diferentes de diseños. Los 6000 metros cuadrados de residencia descansan en su base masiva de tierra apisonada, como una caja de cristal apoyada sobre un pedestal. La residencia es una caja blanca y limpia envuelto en una piel de malla que cubre el vidrio para filtrar el sol del desierto intenso. El interior blanco sigue la estética limpia y sencilla.
Una pared ondulada de placas de vidrio de 1/4" apiladas cubren los 3 pisos de un lado del edificio. La pared de vidrio de 75 pies de largo crean un juego dramático de la luz y es una forma de compensar el diseño interior minimalista. Los paneles de malla, que cubren el edificio, cuentan con bisagras en el eje inferior, lo que permite abrir los paneles para permitir un mayor ingreso de aire cuando las temperaturas son muy elevadas, y para poder tener un mayor panorama del paisaje.
El nivel inferior es el corazón del proyecto - que tiene un gran museo privado y los archivos. Muros de barro 4 metros de espesor rodean el volumen, como es natural ayuda a regular la temperatura del interior y la humedad.
Una extructura visible de vigas I sostiene el piso superior, añadiendo una calidad industrial a las salas de tierra cruda. La luz natural pasa a través del muro ondulado de cristal con tonos agua, que se mezcla con la luz artificial del interior.
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