"Me pregunto para qué pintar, si ya está Picasso." Le Corbusier
Pero esta frase que menciono el famoso arquitecto quedo simplemente en palabras, pues en beneficio del arte, Le Corbusier no quizo limitar su espiritu de artista y llevo su expresión más alla de la arquitectura, introduciendo su creatividad al territorio de las artes plásticas (pintura y escultura).
Caida de Barcelona
Carton para tapiz
Incnado más por la planificación urbanística, por la adecuación de la vivienda a la vida moderna, vanguardista a la hora de utilización de materiales, Le Corbusier fue una figura imprescindible para la arquitectura. Pero no todos conocen que este arquitecto era un artista multidisciplinar y completo.
En su camino artístico como pintor Le Corbusier fundó el movimiento purista, movimiento derivado del cubismo. Viajero incansable, practicó el turismo de forma también muy artística realizando dibujos, acuarelas, fotografías y pequeños apuntes de los lugares y museos visitados que llegaron a constituir muchos de sus libros. Todos esos apuntes fueron en ocasiones la semilla de futuros procesos creativos en arquitectura. Le Corbusier fue un hombre fecundo y polifacético, artísticamente hablando.
Agua, cielo, tierra
Femme
Femme dansant
Todas sus facetas artísticas fueron objeto de la exposición que el Reina Sofía de Madrid ofreció en el año 2007 y que dio la oportunidad de admirar una obra plástica de muy alta calidad y no demasiado conocida de un artistas mundialmente reconocido como uno de los mejores arquitectos de la arquitectura moderna. La creatividad para Le Corbusier fue algo necesario para vivir. Tocó muchos campos y todos con perfección. Otro ámbito en el que Le Corbusier se movió con soltura fue el del diseño.
En sus obras vamos a encontrar influencia de Picasso pero también de Braque o de Juan Gris, es decir de los grandes cubistas. “La caida de Barcelona” está inspirada en el Gernika de Picasso. La influencia Picassiana es también patente en sus esculturas o en sus tapices. Sus “totems” se hicieron famosos y siendo un buen tejedor de tapices, no los consideró objeto decorativo, sino un “elemento estructural”.
Deux femmes fantasques
Dos figuras
Tres bañistas
Es frecuente encontrar en sus obras el proceso artístico del trabajo completo, desde los apuntes previos, hasta la obra terminada. Así se puede admirar más de una obra desde el croquis inicial hasta verla convertida, por ejemplo, en una escultura.
Este hombre que no se limitó a una sola disciplina y que no las consideraba como aisladas una de otra, que buscó la síntesis de todas las artes y consideraba su obra de arquitectura estrechamente unida a su creación plástica, curiosamente, sufrió por no verse reconocido nada más que como arquitecto.
Jarra, cafetera y acordeon
UBU
Vue sur les toits
Es por esto que el encuentro en los últimos años de su vida con Heide Weber, que no sólo se enamoró de su obra, sino que la coleccionó, la promocionó y consiguió que subiese en cotización a límites impensables, hizo que su vida diese un giro de 180 grados. La Galerista suiza Heidi Weber, conoció al que ya era un famoso arquitecto cuando este contaba 70 años y fue la que se empeñó en dar a conocer el lado artístico desconocido de Le Corbusier. El actual museo de Heidi Weber, fue un proyecto con el que el arquitecto soñó toda su vida y que gracias a la tenacidad de esta mujer pudo materializar, aunque no verlo finalizado puesto que murió de un ataque al corazón en 1965 mientras nadaba en la playa.
Mano abierta
Ozon
UBU
Heidi Weber hizo un trabajo importante por conservar el proyecto en su estado original. Después de un tiempo paralizado consiguió un acuerdo con A. Tavés, uno de los ayudantes de Le Corbusier, que retomó y finalizó la obra. El museo se abriría en 1967. Se trataba de un nuevo estilo de pabellón de exposiciones que materializaba el ideal de reconciliación entre artes plásticas y arquitectura.
En la Costa Azul
Retrato de Yvonne
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